Neyen 94 PTS.
Concours Mondial de Bruxelles, 2222.
Neyen
Espiritu de Apalta
UN VINO QUE ES EL RELATO DE SU TIERRA, SU HISTORIA Y EL PASO DEL TIEMPO
El espíritu de Neyen nace en 1889, vides de Cabernet Sauvignon traídas directamente desde Francia se compenetraron con el suelo de Apalta. Al poco andar, con la plantación de los viñedos de Carménère y la conexión de sus raíces con la propiedad, el espíritu creció, llenando el aire de una energía inexplicable.
Con el paso del tiempo los viñedos establecieron una comunicación directa con la tierra; las cosechas fueron cada vez más representativas del terroir de Apalta, y la energía del suelo cada vez más intensa.
Las personas del lugar lo sentían, pero no lograban explicarlo. Es así como los lugareños personificaron esta fuerza especial en Neyen, Espíritu de Apalta.
Neyen es testimonio del lugar y de la gente. Conoce el carácter de la tierra, dejando que el origen prevalezca. Más de cien años de experiencia se han transmitido de generación en generación, convirtiendo a nuestros vinos en un fiel reflejo del espíritu de Apalta.
Es más que un ensamblaje, es una interpretación poderosa del lugar, el más ancestral de la D.O. Apalta.
Cada año la composición del vino varía; Neyen busca un equilibrio, una sinergia elegante entre las características de cada variedad. El Cabernet Sauvignon actúa como la columna vertebral del vino, otorgándole estructura; mientras que el Carménère -la variedad perdida de Burdeos- entrega una textura suave y final sedoso.
Neyen, espíritu ancestral del valle de Apalta, nacido de la Cordillera de Los Andes, fruto del sol y de parras centenarias. Prodigiosa mezcla de Carménère y de Cabernet Sauvignon.
Con el paso del tiempo los viñedos establecieron una comunicación directa con la tierra; las cosechas fueron cada vez más representativas del terroir de Apalta, y la energía del suelo cada vez más intensa.
Las personas del lugar lo sentían, pero no lograban explicarlo. Es así como los lugareños personificaron esta fuerza especial en Neyen, Espíritu de Apalta.
Neyen es testimonio del lugar y de la gente. Conoce el carácter de la tierra, dejando que el origen prevalezca. Más de cien años de experiencia se han transmitido de generación en generación, convirtiendo a nuestros vinos en un fiel reflejo del espíritu de Apalta.
Es más que un ensamblaje, es una interpretación poderosa del lugar, el más ancestral de la D.O. Apalta.
Cada año la composición del vino varía; Neyen busca un equilibrio, una sinergia elegante entre las características de cada variedad. El Cabernet Sauvignon actúa como la columna vertebral del vino, otorgándole estructura; mientras que el Carménère -la variedad perdida de Burdeos- entrega una textura suave y final sedoso.
Neyen, espíritu ancestral del valle de Apalta, nacido de la Cordillera de Los Andes, fruto del sol y de parras centenarias. Prodigiosa mezcla de Carménère y de Cabernet Sauvignon.
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NEYEN
Edición Limitada
Malbec •
Año
Nota de Cata | 2019
Entre los cuarteles ancestrales del plano de la propiedad de Neyen de Apalta, descansaba silencioso el cuartel 8, este albergaba desde el siglo XIX parras de Malbec, que por años se cosecharon junto a las de Cabernet Sauvignon. Fue el 2012 cuando el equipo enológico y viticultor repararon en ellas y se embarcaron en la aventura de vinificarlo por separado, siendo consistente con la esencia de elaborar vinos genuinos y de mínima intervención. El resultado es un vino que es la más pura expresión del lugar, de centenarias parras profundamente arraigadas a un terror excepcional.
Un Malbec de carácter distintivo, con aromas a frutos negros y abundante fruta fresca como ciruelas y cerezas que se entrelazan con sutiles notas de especias y violeta. De elegante complejidad, taninos maduros, suaves y redondos. Un vino de personalidad única y cautivadora.
Nota de Cata | 2018
Entre los cuarteles ancestrales del plano de la propiedad de Neyen de Apalta, descansaba silencioso el cuartel 8, este albergaba desde el siglo XIX parras de Malbec, que por años se cosecharon junto a las de Cabernet Sauvignon. Fue el 2012 cuando el equipo enológico y viticultor repararon en ellas y se embarcaron en la aventura de vinificarlo por separado, siendo consistente con la esencia de elaborar vinos genuinos y de mínima intervención. El resultado es un vino que es la más pura expresión del lugar, de centenarias parras profundamente arraigadas a un terror excepcional.
Un Malbec de carácter distintivo, con aromas a frutos negros y abundante fruta fresca como ciruelas y cerezas que se entrelazan con sutiles notas de especias y violeta. De elegante complejidad, taninos maduros, suaves y redondos. Un vino de personalidad única y cautivadora.
Nota de Cata | 2017
Entre los cuarteles ancestrales del plano de la propiedad de Neyen de Apalta, descansaba silencioso el cuartel 8, este albergaba desde el siglo XIX parras de Malbec, que por años se cosecharon junto a las de Cabernet Sauvignon. Fue el 2012 cuando el equipo enológico y viticultor repararon en ellas y se embarcaron en la aventura de vinificarlo por separado, siendo consistente con la esencia de elaborar vinos genuinos y de mínima intervención. El resultado es un vino que es la más pura expresión del lugar, de centenarias parras profundamente arraigadas a un terror excepcional.
Un Malbec de carácter distintivo, con aromas a frutos negros y abundante fruta fresca como ciruelas y cerezas que se entrelazan con sutiles notas de especias y violeta. De elegante complejidad, taninos maduros, suaves y redondos. Un vino de personalidad única y cautivadora.
Nota de Cata | 2016
Entre los cuarteles ancestrales del plano de la propiedad de Neyen de Apalta, descansaba silencioso el cuartel 8, este albergaba desde el siglo XIX parras de Malbec, que por años se cosecharon junto a las de Cabernet Sauvignon. Fue el 2012 cuando el equipo enológico y viticultor repararon en ellas y se embarcaron en la aventura de vinificarlo por separado, siendo consistente con la esencia de elaborar vinos genuinos y de mínima intervención. El resultado es un vino que es la más pura expresión del lugar, de centenarias parras profundamente arraigadas a un terror excepcional.
Un Malbec de carácter distintivo, con aromas a frutos negros y abundante fruta fresca como ciruelas y cerezas que se entrelazan con sutiles notas de especias y violeta. De elegante complejidad, taninos maduros, suaves y redondos. Un vino de personalidad única y cautivadora.
Nota de Cata | 2012
Entre los cuarteles ancestrales del plano de la propiedad de Neyen de Apalta, descansaba silencioso el cuartel 8, este albergaba desde el siglo XIX parras de Malbec, que por años se cosecharon junto a las de Cabernet Sauvignon. Fue el 2012 cuando el equipo enológico y viticultor repararon en ellas y se embarcaron en la aventura de vinificarlo por separado, siendo consistente con la esencia de elaborar vinos genuinos y de mínima intervención. El resultado es un vino que es la más pura expresión del lugar, de centenarias parras profundamente arraigadas a un terror excepcional.
Un Malbec de carácter distintivo, con aromas a frutos negros y abundante fruta fresca como ciruelas y cerezas que se entrelazan con sutiles notas de especias y violeta. De elegante complejidad, taninos maduros, suaves y redondos. Un vino de personalidad única y cautivadora.
/ Reconocimientos
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NEYEN
Espíritu de Apalta
Blend •
Año
Nota de Cata | 2019
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2018
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2017
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2016
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2015
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2013
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2012
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2011
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2010
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2009
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2008
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2007
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2006
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2005
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2004
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.
Nota de Cata | 2003
Complejos aromas de frambuesa y casis se mezclan con notas a vainilla y sutil pimienta, cedro y cuero. En boca es un vino fresco, elegante y envolvente, con taninos suaves y persistente final.
Profundamente arraigado en origen, Neyen es un ensamblaje que refleja auténticamente las vides centenarias y los suelos únicos de Apalta. La uva es cosechada manualmente a primera hora en la mañana. Los racimos son doblemente seleccionados y despalillados, y la uvas llevadas por gravedad a estanques de 5000 L, donde fermentan con levaduras nativas por 24 a 28 días. A continuación el vino se deja macerar sobre sus pieles por ocho a diez días, y es luego trasegado a otro estanque donde se deja decantar por 36 horas. Una vez más se trasiega a barricas francesas de 225 litros, donde envejece por catorce meses. Ya realizada la mezcla, el vino se termina en un fudre de 3000 litros durante seis meses para lograr su perfecta integración, obteniendo múltiples capas de aromas y sabores.